lunes, 2 de junio de 2008

El árbol del tiempo

Mateo lo miró y lo volvió a mirar, no sabía qué le encontraban sus primos. Cierto, era un árbol más grande que los demás, pero a sus primos les gustaba subir en él. Qué digo les gustaba... ¡les encantaba! Un día, mientras Mateo estaba en la biblioteca, sintió una atracción mágica por el árbol. Sentía unas ganas locas de subir en él. Salió de la biblioteca, se agarró del árbol y empezó a subir, de repente sintió un temblor cada vez más fuerte. Todo un mundo de colores rodeó al árbol, después la oscuridad. Mateó sintió que lo jalaban. Silencio total… ¡Traigan a ese chico! Oyó Mateo. Cuando todo se iluminó estaba en medio del Coliseo Romano.

1 comentario:

Unknown dijo...

Que padre! esa es una fabulosa idea...poder viajar a travès de los árboles, no solo en el tiempo, sino en el espacio.
Felicidades RicK! Me gustan tus ideas.
Sigue escribiendo, no lo dejes de hacer.
Beso.
carrilloana64