Marco abrió el libro y confirmó que en su interior había una imagen de un cuervo en un pequeño bosque con los últimos rayos del sol dándole en el pico. Es hermoso - dijo asombrado-. Hijo, ya tenemos que irnos -dijo su mamá-, otro día vendrás y también podrán venir tus primos. Marco, triste, tomó sus cosas, se puso su abrigo y salió de la biblioteca. Pero se le olvidó hacer algo, algo que no se debe olvidar cuando se lee un libro. Se le olvidó cerrarlo…
Esa noche no podía pensar en otra cosa que no fuera el libro abierto. Sus padres no lo dejarían ir a esas horas a la biblioteca, así que se escapó de su casa y sin pensar en el peligro, fue hacia allá.
Entonces vio lo que nadie había visto: Miles de cuervos volando dentro de la biblioteca.
2 comentarios:
Muy bonito cuento...realmente me gustò. Creo que fue bueno dejar el libro abierto, creo que aveces es bueno dejar libres las ideas.....los cuervos.
Un beso.
Tu madrina. AMAC
felicidades..megusta mucho
Publicar un comentario